jueves, 24 de mayo de 2012

Ese instante... nosotros.

Sé que has recorrido más que yo 
pero hoy, nuestros pasos se encuentran...
casualidad,
destino,
yo... sólo he podido compartir tu alma, por unos instantes...


Yo, impulsiva y detonante,
tú, tan introspectivo y pensante
pero en ese momento, justo en el que nada de eso importa
bajo la penumbra, luego de aquellas risas del vino,
nuestros cuerpos horizontales, con la calidez de nuestros espíritus
fueron testigos de aquel instante mágico,
no puedo explicarlo,
es tal la dificultad que honestamente me cuestiono si fue real...


Más allá de las sensaciones, 
más allá del placer,
yo sólo me abandoné en tí,
y tú... tú fuiste maravilloso...


Lo que pasó después
verdad o ilusión,
carne o pasión
no me importa.


Mientras, intentaré llenar mis jornadas
y de vez en cuando, inyectar pequeñas dosis de aquella noche en las noches de luna
aquellas, cuando sienta la suave brisa, o en mis sueños....
a ver si me acompañas...

1 comentario:

  1. Hay momentos tan esfímeros como los relámpagos que quedan gravados como historias de náufragos...

    ResponderEliminar